Triángulo de Amoz Bizarro – Estrellas místicas
Triángulo de Amor Bizarro son, en definitiva, el hijo que hubieran tenido Los Planetas y El Columpio Asesino si los hubiesen metido en una habitación y les hubieran obligado a follar.
Por supuesto, hablo de esos Planetas de los años 90, sus primeros discos, aquellos en los que nos flipaban a todos por mucho que críticos como el pijoproletario Victor Lenore o el miembro de la fachosfera Cristian Campos ahora se empeñen en decir que no eran para tanto.
Sí, bueno, los ponían por las nubes y presumían de ser amigos de ellos pero, vamos, sólo era porque sus editores les obligaban es escribir esas chorradas. Y mejor esto lo dejo aquí, porque no merece la pena hablar de críticos musicales que confiesan que no les pagaban por sus artículos sino por sus opiniones.
Y vuelvo a Triángulo de Amor Bizarro, que puedes ser hijo de los antes mencionados o de mil putas, pero eso no quita que tengan una personalidad propia y supongan un soplo de aire fresco en el ya casi inexistente panorama indie español que, herido de muerte por grupos como Love of Lesbian y similares parece sólo capaz de aportar aburridas fotocopias pop con ínfulas.
Triángulo de Amoz Bizarro – Estrellas místicas
Por supuesto, hay más excepciones, otro día os hablaré de ellas. Porque estoy tratando de hablar de TAB, de lo mucho que me flipan. De que hace años que no voy a ningún concierto pero me encantaría ir a uno suyo porque los ves en las noches de Radio 3 y son la caña. Porque me hacen sentir adolescente otra vez y sonará patético pero a mí me encanta. Perderme en su lado más noise y su lado más pop, perderme de la voz de Isa una y otra vez o creerme capaz de correr dos kilómetros más al día por mucho que me follen las fuerzas gracias a ellos.
En fin, la canción que sigue muestran lo que son: una propuesta al mismo tiempo personal e intransferible como abierta a todos los públicos que, puede ser, vuelva a engancharte a un grupo de esa manera obsesiva en la que lo hacías cuando eras adolescente.
