Skip to content

Las vidas alternas

Poesía cinematográfica

  • Newsletter
  • Contacto
Las vidas alternas

Etiqueta: Trastorno Obsesivo Compulsivo

100000 mariposas

2019-02-06

100000 Mariposas

Creí necesitarte
en tiempos oscuros.
Cuando todo me asustaba,
me sentía solo
y me encontraba hundido.

Tú, sin embargo,
decidiste no aparecer.
Por lo visto,
no merecía la pena
el esfuerzo de acercarte

Ahora has decidido estar ahí
todo el tiempo.
Te gusta pensar
que eres algo más que una molestia,
que somos almas gemelas.

Si algún día fuiste importante
es porque necesitaba alguien
a quien culpar de mi complejo de inferioridad.

Total, nunca me hiciste demasiada compañía.

Estoy mal, pero ya no quiero que me salves.
Tampoco quiero creer en la redención
ni que nadie me diga lo especial que soy,
profundo e inteligente,
ni que no tengo necesidad de torturarme.

He tocado fondo, lo confieso,
pero 100000 mariposas me elevan
y me ponen en pie.

Siempre he odiado a las putas mariposas.

Y mientras me hablas de finales felices
pienso que la vida sólo tiene un final.
No hay revelaciones,
ni momentos en los que todo cambio a mejor,
sólo cambios, evolución e involución.

Y toda la paz que traes contigo
no es más que homeopatía
que intentas vender
al primer imbécil
que se cruza en tu camino.

No quiero moverme,
hoy no me quiero levantar,
siento arcadas cada vez que lo intento.
Me paso el día escondido en la vigilia,
soñando catástrofes y
despertando entre penumbras
para volver después a cerrar los ojos.

Y escondido bajo el edredón
apago el móvil
para que nadie intente convencerme
de que mi vida no puede ser siempre así.
Una sucesión de visitas a mundos irreales,
donde yo soy la marea.

Cualquiera puede tocarme,
nadie puede detenerme.

Nadie puede convencerme de que no todos los días pueden ser iguales a éste.

Excepto las putas mariposas.

que

A veces se cuelan en mi habitación
100000 mariposas de diferentes colores.
Vuelan en espiral, hasta caer encima de mí.
Me hacen cosquillas al caminar sobre mi cuerpo,

Mientras aletean cercanas a mi oído
y me susurran que, inevitablemente,
el viento me llevará a otro lugar.

 

100000 mariposas

 

Dibujan cuadros de noches de tempestad
y, después, amaneceres quietos, silenciosos,
en los que mis pensamientos se funden
con el silencio que me rodea.

Me duele el hombro y mis piernas dormidas
me dirigen torpemente hacía algún lugar.
Allí donde puedo perderme en la belleza
de un mundo que a veces parece irreal.
Por un momento deja de pesarme el cerebro;
sé que sólo necesito dejarme llevar.
Andar por la playa, dejar
que el agua cubra mi cuerpo poco a poco
y se lleve toda la suciedad
que un día me regalaste.

Y, después,
después nada.
Simplemente me agarraré a sus alas
y dejaré que me transporten
al siguiente día.

Entradas sugeridas:

La insignificancia de la gran depresión

Árbol

Suciedad

No despiertes a los monstruos

Editorial

Entrada en poémame

Luces Amor, Dolor, Felicidad, Trastorno Obsesivo Compulsivo

La insignificancia de la gran depresión

2019-01-26

La insignificancia de la gran depresión

Alguna vez me lo he preguntado:
si algún día, por el motivo que sea,
consigo recuperarme
y dejar de lado el deseo de odio y de venganza.
Si caigo en la tentación de disfrutar de la vida,
ver el vaso medio lleno, hacer deporte,
beber menos alcohol, confiar en la gente,
ser responsable con la medicación,
con sustancias sin receta, etcétera.
¿Qué quedará de mí?

No sé si es genética o circunstancias,
pero hay un vacío en mí y no sé si necesito otro.
El vacío que consumía a Tom Reagan en Miller’s Crossing;
se llenaba a base de sesiones de alcohol nocturnas
y un desastroso olfato para las apuestas.

Supongo que al final eligió no llenar ese vacío,
decidirse por hacer todas esas cosas terribles
en las que pensamos tantas veces.
Decidió avanzar hacia ninguna parte,
volver al whisky y las apuestas,
renunciar a la amistad y al amor.
Es probable que no sea una decisión tan difícil
cuando, después de todo,
en realidad no eres más que un gangster.

A mí me hubiera gustado serlo,
aunque creo que nunca estuve
ni lo más mínimamente cerca
de poder escoger esa opción.

Y llegué a la conclusión,
de que son ciertos acontecimientos
los que nos han impedido vivir
aquella vida feliz que nos hubiera tocado.

Pero es más que eso.
Es una pulsión
que nos conduce
a los mismos hábitos autodestructivos de siempre.

Y supongo que algunos tenemos suerte
y el amor nos redime.
Y es por ese y no por otro motivo
por el que seguimos levantándonos cada día.

No seguir el camino el Tom.
No entregarnos.
Aunque sea difícil.
Aunque cada mañana tengamos que ponernos un disfraz.
Aunque nos acostemos con ganas de no despertar.
Aunque nos pongamos un disfraz cada mañana.

El que nos permite parecer capaces de afrontar el día
y recorrer los cien metros lisos en silla de ruedas.
Supongo que sólo lo consigo porque
conozco la baraja mejor que nadie
y porque tengo la suerte de mi lado.

 


la insignificancia de la gran depresión

 

Y entonces te miro a los ojos y me preguntas
“¿Por qué pareces tan ausente?”
Yo me digo que pertenezco a un mundo extraño
y tú me redimes haciéndome sentir especial.
Devolviéndome las ganas de hacer lo correcto.
Emprender camino a la estación y empezar de nuevo.

Pero el Dios del antiguo testamento endurece mi corazón
y vuelvo a querer ser Tom Reagan,
a un nihilismo pegajoso que sólo quiere terminar,
de una u otra manera pero consciente de que el vacío es real
y en ningún caso merece la pena ignorarlo.

Otras críticas publicadas en el blog:

Arrebato

Escalofrío (Bill Paxton, 2001)

 

Cine Miller's Crossing, Tom Reagan, Trastorno Obsesivo Compulsivo

Árbol

2019-01-21

Árbol

El viento hacía que los árboles se mostraran inquietos.
Movían incluso sus raíces,
destrozando todas las baldosas a su alrededor.

Dicen que lo árboles hablan lento,
yo supongo que no tienen nada mejor que hacer en todo el día
que observarnos y quedarse allí plantados,
esperar a que les caigan las hojas,
después esperar a que les vuelvan a crecer.

Siento que mi cordura se cae también, poco a poco,
se vacía como la parte superior de un reloj de arena.
Entiendo que este proceso es inevitable en casi todos los humanos,
Estén cargados de buenas intenciones o de odio y frustración.

Nunca pude ser un árbol porque nunca pude estarme quieto.
Supongo que los árboles no sienten un vacío en el pecho, no les hace falta
y tampoco se torturan con preguntas irresolubles
y, aunque estén más cerca del cielo,
dudo que alguna vez se hagan preguntas sobre el más allá.

No desean tener enfermedades, pero las tienen,
se derrumban con un golpe de viento lo suficientemente fuerte.

Es curioso, porque a mí siempre me ha gustado el frío y la humedad.
La sensación de llevar por una vez la ropa suficiente
y poder enfrentarme al clima sin pasar demasiado calor.

Dicen que esto nunca pasa a la sombra de un árbol,
dicen que el reloj de arena deja de caer
y el pensamiento se vuelve clarividente.

Podría sentarme tranquilamente a leer un libro,
olvidar los errores que me siguen desde el pasado
y los que vendrán desde el futuro.
No recordar que estoy enfermo y siempre lo estaré,
ni que la tregua no existe para quienes padecemos un trastorno mental.

Ahora sólo quiero que las raíces inquietas me abracen,
me acaricien y me comprendan.
Sólo quiero que me dejen dormir por una vez
sin necesidad de tener pesadillas
o de sustituirlas por resacas o consciencias ausentes.

¿Sabes? Es así como te imagino.
Tantas veces como como te maldigo y pienso
en lo egoísta que fuiste al morir
sabiendo que yo todavía no estaba preparado para aceptarlo.

árbol
Sombras Recuerdos, Reflejos, Trastorno Obsesivo Compulsivo

Jardines de nicotina

2019-01-20

Jardines de nicotina

He plantado jardines de nicotina,
en ese territorio tan vasto que son mis pulmones.
A veces noto que me falta el aire.
Y pienso que algún día, alguien dirá:
otro talento desaprovechado
que nos ha dejado por culpa del tabaco.

Sin embargo, son otras muchas las veces
las que es el cerebro el que no me deja respirar.
Otros dicen que es la naturaleza
o el instinto de supervivencia.
Yo únicamente sé una cosa:
no me llevaré ninguna sorpresa mi último día
porque tengo claras las sensaciones
que uno experimenta en el momento de morirse.

Es probable que tenga grasa en el hígado.
Dicen que así es como se ha convertido
en ese lugar mullido
donde los glóbulos rojos
se echan a descansar
cuando se encuentran cansados de su largo periplo.

Dicen también que salen un poco mareados
a causa de la mezcla del alcohol y los psicofármacos.
Y que esto afecta también a veces a los glóbulos blancos.
Es ésa y no otra la razón de que los gérmenes y los virus
campen a sus anchas por tantos de mis órganos.
Pero, al menor, una buena noticia:
mi orina es de color amarillo verdoso,
y eso implica que mis riñones funcionan de puta madre.

Mis conexiones cerebrales fallan últimamente,
cada vez más, en medio de una conversación,
de repente digo algo sin sentido y todos se me quedan mirando.
No sé si culpan al alcohol con el que riego mis jardines de nicotina
o simplemente al hecho de ser un desequilibrado mental.

Antes mi pensamiento se movía rápido,
no perdía detalle,
ahora sólo busca conectarse a la realidad,
a las nociones de memoria y tiempo.
Me siento tan mayor ya,
tan de vuelta de todo.

Por eso a veces considero imposible
la posibilidad de volver a pecar
y caigo en el mismo error, una y otra vez,
porque sólo un apéndice y un bazo perfecto estado
como credenciales de la salud de mi organismo,
si os soy sincero, no parecen gran cosa.

jardines de nicotina
Sombras Anatomía, Nicotina, Pesadillas, Trastorno Obsesivo Compulsivo

Lormetazepan

2019-01-17

Lormetazepan

De la familia de las benzodiacepinas, como el diazepan, el alprazolan, el bromazepan, el clonazepan. Psicofármacos que te ayudan a tener quizá una vida no más plena, pero sin duda más soportable.

Los he probado casi todos. Han tenido un efecto devastador en mi memoria. Hay ocasiones en que no recuerdo lo que me has dicho hace quince minutos. Otras, la más, en las que ni siquiera me importa.

Podrían matarte y ni siquiera te importarían las consecuencias, como tampoco te importan demasiado todas esas cosas que dices para hacer daño a aquel que te intenta dar razones que te obliguen a pensar. A detener ese bendito sueño, esa ausencia de emociones y pensamientos que se convierten en el único y principal objetivo.

Porque los sueños simplemente dejan de existir. Dejan de hacerte daño. Según dicen, el lormetazepan interacciona con la fase REM del sueño y es por ese motivo por el que no recuerdas que has soñado al día siguiente.

Cuando tienes un Trastorno Obsesivo Compulsivo eso se convierte en una ventaja. Dejas de ver morir a tus seres queridos una y otra vez. Dejas de verlos empapados en vómitos y sangre. Se detiene por una vez la escalada de violencia que una vez te encontraste en un sueño tan real desaparece de repente.

Cada vez hay en el mundo más personas que presumen de tomar psicofármacos. Quizá les haga especiales o quizá solamente se coloquen en un percentil muy cercano a la normalidad.

Yo sólo puedo decir esta noche que no le encuentro ninguna ventaja a padecer una enfermedad mental. Que he empezado mintiendo. Ya que, por muchos panes que tomes, sólo pueden calmarte por un momento sin impedir que te acuestes destrozado e invadido por multitud de compulsiones y remordimientos. Todo junto, como una ruleta rusa en la que decides como joder más tu vida, de qué vas a tener que arrepentirte otra vez mañana.

Las noches destruyen todo lo que el día ha ordenado. Por eso adoro el lormetazepan, porque detiene la noche, suprime los sueños y sólo te despierta atontado, no en un diálogo constante con las terribles criaturas que vinieron a visitarte en sueños.

Adoro el lormetazepan porque les hace imposible encontrarme.

Manifiesto Lormetazepan, Pesadillas, Trastorno Obsesivo Compulsivo

Suscríbete a nuestro Boletín

Si te ha gustado el artículo suscríbete a nuestra Newsletter para recibir actualizaciones semanales de nuestros contenidos.



Privacidad

Revisa tu bandeja de entrada o la carpeta de spam para confirmar tu suscripción.

Etiquetas

Adicciones (2) Adopción (3) Albert Rivera (4) Amor (9) Angelus Novus (5) Bárbara Ayuso (2) Carácter Destructivo (23) Cirujano Patafísico (4) Crítica (3) Culpabilidad (20) D. H. Lawrence (2) Desamor (29) Desilusión (1) Desirée de Fez (2) Despersonalización (9) Destructor de entrañas (14) Destructor de mundos (20) Dolor (7) Ernesto Bánegas (5) ETA (3) Extremoduro (2) Felicidad (5) Feminismo (4) Fragmento libre (5) Golpes Bajos (2) Iglesia Católica (3) Klee (8) M. Rajoy (4) Marvel (2) Mis viajes al fin de la noche (14) Olaveaga (2) Onanismo (3) Paternidad (13) Pesadillas (11) Pierre Bourdieu (2) Placer (2) Plagiarismo (10) Recuerdos (31) Reflejos (25) Sangre (18) Siete canciones (7) Sufjan Stevens (2) Trastorno Obsesivo Compulsivo (5) Twitter (5) Walter Benjamin (2)

Categorías

  • Actualidad (4)
  • Cine (5)
  • Citas (1)
  • Editorial (1)
  • Luces (55)
  • Manifiesto (12)
  • Noclasificables (14)
  • Relato (16)
  • Sombras (67)
  • Televisión (1)
  • Uncategorized (6)

Archivos

  • febrero 2019 (3)
  • enero 2019 (13)
  • diciembre 2018 (14)
  • noviembre 2018 (11)
  • octubre 2018 (9)
  • septiembre 2018 (9)
  • agosto 2018 (18)
  • julio 2018 (8)
  • junio 2018 (10)
  • mayo 2018 (29)
  • abril 2018 (17)
  • marzo 2018 (11)
  • febrero 2018 (3)

“Lo viejo está muriendo y lo nuevo no puede nacer. En el interín surgen infinidad de síntomas mórbidos”

Antonio Gramsci

Enlaces de interés

  • PoesíaPoémame

Licencia Creative Commons
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.

2018 - Senén Rubio Zubiaga

Idealist by NewMediaThemes

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies

Suscríbete

Si te ha gustado el artículo suscríbete a nuestra Newsletter para recibir actualizaciones semanales de nuestros contenidos.



Privacidad

Revisa tu bandeja de entrada o la carpeta de spam para confirmar tu suscripción.