Sabes hablar bien (con tesón)
Siempre quedarán sus canciones, pero eso no es excusa para no echarle de menos. Su voz rasgada se apagó a los 58 años, el ocho de enero, de un cáncer de laringe. Él componía canciones y yo las escuchaba mil veces. Algunas todavía consiguen ponerme la piel de gallina. Sobre todo aquellas que componen los discos de la que considero es la trilogía esencial de Barricada: Pasión por el ruido, Rojo y No sé qué hacer contigo.
Podría poner tantas, incluso varias que no aparecen en estos tres discos. ¿Quién no recuerda No hay tregua o Lentejuelas? Quien no lo haga desconoce parte de mi universo. Escojo ésta, porque en ella Boni nos explica cómo funciona y cómo funcionará siempre nuestra sociedad.
Quizá la pena no se deba tanto a la muerte en sí como al hecho de darnos cuenta de que parte de nuestro mundo se está desvaneciendo y algún día todo él desaparecerá para siempre. Que tuvimos la suerte de que ellos vivieran con nosotros aquellos días y que aquellos días ya nunca volverán.
Y, sin embargo, siempre quedarán las canciones, haciéndonos estremecer, sentirnos capaces de cualquier cosa, acompañándonos de momentos más oscuros o recordándonos quienes somos.
Y, lo más importante, que nunca hay que dar un paso atrás. Porque nadie evita la paliza por salir corriendo.
Sabes hablar bien (con tesón)