Skip to content

Las vidas alternas

Los que no vivieron

  • Newsletter
  • Contacto
Las vidas alternas

Etiqueta: Amor

Audrey

2020-07-30

Audrey


Dime audrey
si volveré a ver la luz
que iluminaba tu cara
cuando pensabas en mí.

Dime, mi amor,
que nunca es demasiado tarde,
que sé que nunca fui especial
aunque tú lo pensaras.

Dime que algún día
podrás volver a pensarlo.

Comprende que no pude regresar,
durante mucho tiempo
y que no sé si me dejarán hacerlo.
Pero que esta vez
aunque débil, inseguro,
derrotado y apenas vivo,
estoy decidido a hacerlo.

Vivimos cada vez más cerca del infierno
y no puedo pedirte nada más, lo sé.
Sin embargo, es esta brisa que me acaricia,
pienso, la misma que te acaricia a ti
y es perfecta porque nos abraza a los dos.

Podría prometer muchas cosas,
pero la única verdad es que te necesito,
literalmente, te necesito.
Necesito tu manera de quererme
de odiarme y de despreciarme.
Pero no que me desprecies.

Prométeme, entonces,
que estas líneas no son en vano,
que no son sólo palabras bonitas,
el salvavidas al que se agarra el naufrago.

Prométeme que el mar no está tan sucio,
que volverá a ser transparente,
que podremos volver a navegar uno al lado del otro
en ese barco que no era grande
pero era nuestro.

Prométeme, quizá te pido en vano,
promesas de las cosas que no dependen de ti.
Dime que no necesito
seguir siendo un perro malherido
que muerde a su alrededor todo lo que le importa.
Quieto, agazapado en una esquina,
pensando que son ellos los que no me dejan volver a ti
aunque no haya nadie en esta habitación.

Dime que volveremos al mar,
que nadaremos hasta que se acabe
y que seguiremos nadando entre gritos
en aguas cristalinas.
Prométeme, mientras dejas de llorar,
que no volverás a consentirme
y que, aún así, podremos volver a divertirnos,
bailar sobre el tiempo
siendo inmunes a la idea de que todo tiene un final.


 

Audrey

Amor


Entrada en poémame


Luces, Sombras Amor, Desamor

Portocolom

2020-06-20

Portocolom


Escondida bajo un verano horrible
aquella semana fue un vergel.
Tú y yo en aquella habitación,
cada día bajábamos a la piscina,
habría vendido mi eternidad
sólo por ver tu cuerpo azul bajo el agua
y perderme entre esos ojos, enormes,
que aúnan curiosidad e inocencia.

Sólo me río contigo,
te parecerá una tontería,
pero eres la única persona
que me hace reír con ganas.
Porque con los demás
sólo lo hago para quedar bien,
como si leyera una frase en un guion
que sólo he aceptado por dinero
porque no cuenta nuestra historia.

Todas las noches, nuestra habitación
olía a marihuana y, perdido entre el humo,
a veces soñaba con vivir en el fondo del mar.
Tú conseguías devolverme a tierra.
Me contabas historias de otros veranos,
de tu juventud,
antes de nosotros,
cuando no te conocía y,
sin embargo,
ya estaba enamorado de ti.

Nos reíamos tanto,
nos encantaban las travesuras,
deambular por las zonas comunes del hotel
sabiendo que todos los que estaban ahí
sólo eran secundarios porque
aquella semana
había sido escrita para nosotros dos.

Desde niño soñé con vivir en una burbuja bajo el mar,
también quise ser policía y bombero,
escogía cualquier profesión
guiándome por las series que me gustaban.
Ahora, sin embargo, prefiero las tramas simples,
besarte sin motivo, follar en la piscina cuando no hay nadie,
y revisar, una y otra vez, todos los capítulos
de nuestros mejores veranos.

Sólo prométeme una cosa.
Si alguna vez algo nos pasa,
si confundimos el camino
o la muerte se cruza en él,
nunca volveremos solos a aquel hotel,
ni siquiera a aquel lugar.
Porque aquella vez vivimos un sueño
y aquel lugar hoy es una fantasía
que cada día,
tú y yo
hacemos realidad.

Portocolom


Las vidas alternas

Portocolom

Amor

Recuerdos


Entrada en poemame


Luces Amor, Recuerdos

Cenizas

2020-05-22

Cenizas


Convertimos la noche en un incendio,
redujimos a cenizas el mundo a nuestro alrededor,
y, al amanecer, no quedaba nada más,
sólo nuestros cuerpos, que seguían ardiendo.


Cenizas

Soñé una vida aquí sentado.
Recuerdos gaseosos,
novelas mutiladas
y canciones que nunca compuse.

Soñé, dibujadas en el humo,
todas esas oportunidades
que no pude aprovechar.
Y ahora se pierden entre mis dedos.

Soñé los versos
Que nunca escribí,
lugares que no visité
y personas que no conocí.

Soñé que soñaste una vida para los dos.
Soñé, soñaba, soñaré
que nunca soñarás conmigo.

Y me atuso el cabello,
del que caen pequeños filamentos blanquecinos
hasta posarse
y tornar indistinguibles de este traje color ceniza
en que se ha convertido mi piel anhelante de vida

Vida que perdí soñando
hasta dividir mi cuerpo en diminutas partículas,
ceniza en los rincones
ansiando en silencio
que, por fin, llegue el día
en que pueda escapar con el viento.


cenizas

Amor

Reflejos


Entrada en poémame (I)

Entrada en poémame(II)


Luces, Sombras Amor, Reflejos

Ardiendo

2020-03-19

Ardiendo


Días quietos, futuro incierto;
días largos, pluma inquieta,
días sin ti, noches malgastadas.
Y, mientras,
tu ausencia se cuela entre los huecos de las paredes,
no como, no duermo,
sólo escribo, trabajo y trabajo,
pinto con letras paisajes pintados en blanco y negro,
grises como este cielo de cemento.


Ardiendo

Tú te limitas a no estar.
Yo, trabajo y trabajo.
Construyo un palacio de papel
pero tú nunca quisiste reinar
y las paredes están ardiendo.

Y el Antiguo Orden Mundial
da paso a una nueva sociedad
que anhela el amor perdido
entre las cenizas.

Calcinado,
tumbado sobre las brasas
del infierno de nuestros sentimientos,
frustración y deseos incumplidos.


Tahúres zurdos – Arde


Un virus ha invadido la tierra
y, mientras miles mueren,
yo sólo deseo que vuelvas y me contagies.
Pues no tengo miedo a la muerte,
lo único que temo es darme cuenta,
antes de desaparecer,
de que no conservo nada tuyo.


Ardiendo

Y,
en mis paredes blancas
tu rostro
aparece y desaparece
como las caras de Belmez.

Cada vez más difuminado
por mi perspectiva miope
que confunde tu sonrisa,
antes cálida,
ahora extraña y conspiradora.

Extraño es el tiempo
que confunde
mis recuerdos,
como extraña es la persona
que tú eres ahora.


Los enemigos – Claro que arde


Te entregaré mi cuerpo
que no podrás tocar
sin tus guantes.
Te regalaré mi risa
que no podrás escuchar
entre todo este silencio.
Te mandaré bombones
que no te podrás comer
sin infectarte.
Te acercaré mi perfume
que no podrás oler
tras esa mascarilla.


Ardiendo

Los hombres santos rezan a Dios,
le piden que salve a la humanidad,
que detenga esta pandemia,
pero él insiste en no escuchar,
porque nada puede hacer.
El olor a putrefacción no procede del cielo
sino de nuestras almas condenadas.

Ardiendo


Amor

Desamor

Pensamiento críptico


Entrada en poemame (I)

Entrada en poémame (II)

Entrada en poémame (III)

Entrada en poémame (IV)

Entrada en poémame (V)


Luces, Sombras Amor, Desamor, Pensamiento críptico

Tres mesas girando a la izquierda

2020-02-25

Tres mesas girando a la izquierda


Aquí en la oficina es imposible saber si es de día de noche.
No hay ventanas, solamente fluorescentes
que hacen que todo parezca más oscuro.

Mi mesa llena de papeles que ordenar
los leo,
estudio su contenido cuidadosamente
hasta llegar al final a la conclusión de que no entiendo nada
y guardarlos en un archivador
sin perder la esperanza
de que un día arda todo este edificio
y, con él, todos los recuerdos de mi desdicha.

Tú, vete a saber donde estás tú.
Pensé en escribirte una carta de amor
pero me temo que mis musas no están aquí;
deben estar haciendo cola en la fotocopiadora.
Imposible encontrarlas,
aquello parece una manifestación.

Grupos de grapadoras buscan escondites
en cajones, armarios, incluso el cuarto de baño,
jugando a piedra, papel o tijera
temen la venganza de miles de folios agujereados.

Mientras, nosotros, las hormigas,
trabajamos sin descanso
y también sin posibilidad
de guardar reservas para el invierno,
apenas nos llega para acabar el mes.
Pero te prometo, eso sí,
que algún día atracaré un banco
y, en nuestra huida,
visitaremos todos los lugares que vimos en las películas.

Sería maravilloso, ¿no crees?
Bajar cuestas sentados en estas sillas,
desgastar los rodamientos,
disparar pósits contra las lunas
de los coches de policía.
Convertir estos memorándums
hasta ahora plenos de sopor
en una infinita historia de amor.

La verdad es que ni te conozco,
sólo te imagino conmigo fuera de aquí,
solamente sé que te sientas a tres mesas girando a la izquierda,
que vienes cada mañana con tu carita de sueño
y te vas todos los días a las tres en punto.
Me pregunto qué harás cuando no estás aquí,
si sueñas con escapar como yo lo hago.
Sólo sé que un día me sonreíste,
que nadie había sonreído aquí antes
Y que mi vida
no sería un precio excesivo
a cambio de tu libertad.


Tres mesas girando a la izquierda

Amor


Entrada en poémame


Luces Amor

Navegación de entradas

1 2 … 6 Next

Suscríbete a nuestro Boletín

Si te ha gustado el artículo suscríbete a nuestra Newsletter para recibir actualizaciones semanales de nuestros contenidos.
Privacidad *
Privacidad

Revisa tu bandeja de entrada o la carpeta de spam para confirmar tu suscripción.

Etiquetas

Adicciones (24) Adopción (6) Ahora: El fin del mundo (8) Albert Rivera (4) Amor (29) Angelus Novus (6) Barricada (3) Bárbara Ayuso (3) Carácter Destructivo (37) Cirujano Patafísico (4) Crítica (3) Culpabilidad (25) Desamor (41) Desilusión (6) Despersonalización (11) Destructor de entrañas (20) Destructor de mundos (20) Dolor (16) Ernesto Bánegas (10) Extremoduro (3) Felicidad (15) Feminismo (5) Fragmento libre (11) Hefner (3) Heroína (5) Iglesia Católica (5) Klee (7) M. Rajoy (4) Melancolía (3) Mis viajes al fin de la noche (15) Nacho Vegas (9) Onanismo (5) Paternidad (21) Paul Klee (5) Pensamiento críptico (6) Pesadillas (13) Plagiarismo (15) Recuerdos (43) Reflejos (37) Sangre (25) Siete canciones (7) Sufjan Stevens (3) Trastorno Obsesivo Compulsivo (12) Twitter (6) Verso libre (6)

Categorías

  • Actualidad (3)
  • Cine (13)
    • Crítica (1)
  • Citas (1)
  • Editorial (2)
  • La canción del día (7)
  • Los que no vivieron (10)
  • Luces (77)
  • Manifiesto (17)
  • Noclasificables (18)
  • Poesía (41)
    • Prosa poética (12)
      • Cuadernos de viaje lunar (9)
    • Verso libre (8)
  • Relato (34)
  • Sombras (88)
  • Televisión (3)
  • Uncategorized (7)

Archivos

  • enero 2023 (5)
  • diciembre 2022 (3)
  • septiembre 2022 (1)
  • junio 2022 (3)
  • mayo 2022 (5)
  • abril 2022 (1)
  • agosto 2021 (2)
  • marzo 2021 (14)
  • diciembre 2020 (1)
  • octubre 2020 (2)
  • septiembre 2020 (1)
  • agosto 2020 (4)
  • julio 2020 (2)
  • junio 2020 (6)
  • mayo 2020 (1)
  • marzo 2020 (2)
  • febrero 2020 (6)
  • diciembre 2019 (2)
  • noviembre 2019 (3)
  • octubre 2019 (6)
  • julio 2019 (1)
  • junio 2019 (14)
  • mayo 2019 (3)
  • abril 2019 (7)
  • marzo 2019 (16)
  • febrero 2019 (7)
  • enero 2019 (13)
  • diciembre 2018 (14)
  • noviembre 2018 (11)
  • octubre 2018 (9)
  • septiembre 2018 (8)
  • agosto 2018 (18)
  • julio 2018 (8)
  • junio 2018 (10)
  • mayo 2018 (29)
  • abril 2018 (17)
  • marzo 2018 (11)
  • febrero 2018 (3)

“Lo viejo está muriendo y lo nuevo no puede nacer. En el interín surgen infinidad de síntomas mórbidos”

Antonio Gramsci

Recomendamos

  • Poémame
  • Y ahora se pone a llover...
  • El verdadero Blog del verdadero Jokin
  • Pailoco

Licencia Creative Commons
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.

2018 - Senén Rubio Zubiaga

Idealist by NewMediaThemes

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies

Suscríbete

Si te ha gustado el artículo suscríbete a nuestra Newsletter para recibir actualizaciones semanales de nuestros contenidos.
Privacidad *
Privacidad

Revisa tu bandeja de entrada o la carpeta de spam para confirmar tu suscripción.