Las sinergias alternas
Y hoy pienso aprovechar
los pocos minutos de calma
que me dejas
para susurrarte al oído
palabras que quizá
nunca nadie te ha dicho,
como que mamá y yo
estaremos aquí siempre.
Que aquí es contigo
Y, hagas lo que hagas,
siempre te querremos
tanto como nunca
se ha visto
en ninguna de aquellas
vidas alternas
que visité antes
de saber siquiera
de tu existencia.
Soy poseedor de gran
cantidad de demonios y defectos.
Y si no te has dado cuenta
es sólo porque eres capaz
de espantarlos con tus gritos.
Son tus carcajadas incontrolables
el mejor y el peor momento del día.
Algo me dice que eres feliz
y que has llegado para quedarte
y hacerme la vida imposible.
Y bendita imposibilidad
de dejar alguna vez de preguntarme
que estará pasando en todos
y cada uno de los surcos
de tus pensamientos.
Sé que has vivido
más de un infierno
y que te acuerdas,
por más que insistan
en que no deberías.
Sé que estás confusa
y te puede la ansiedad,
saltas sin control
te das golpes y lloras,
pero sólo un segundo.
Necesitas nuestros abrazos
tanto como nosotros,
cuerpo contra cuerpo.
Sujétate fuerte.
Necesito tus tonterías,
todas tus correrías,
cada una de tus rabietas,
tu mundo de burbujas
de todos los colores.
Acariciar al hipotato,
tirarlo por el tobogán
para, acto seguido,
subirte tú a lugares
imposibles, hacer
que mi corazón lata
tan deprisa como el tuyo.
