Las promesas inexcusables
Puedo contarte un cuento,
uno con final feliz.
Puedo contarte miles,
uno cada noche,
hasta que te quedes dormida
y sueñes con lo que sea que sueñan las niñas.
Puedo quedarme despierto,
cada noche para vigilar tus sueños.
Permanecer en guardia
y despertarte si te visita alguna pesadilla.
Abrazarme a ti
y prometerte que todo pasará.
Puedo estar ahí,
cada vez que te equivoques,
siempre que te hagan daño
cuando no te sientas capaz
y creas que nada tiene sentido.
Tendrás que perdonarme,
cada vez que me equivoque.
Saber que yo también siento el miedo.
Y que, a veces, hago tonterías
sólo para poder escapar.
Me gustaría prometerte tantas cosas.
Lo primero que nunca te fallaré a propósito.
Y que, aunque tú lo hagas,
yo nunca te abandonaré.