Frases sueltas, aburrimiento mortal
Conozco el miedo.
También la culpa.
Las noches infinitas.
El dolor en tu mirada.
El daño que provoca el alcohol.
Y el deseo de terminar.
Sé por qué te fuiste.
Las palabras se clavan como cuchillas.
No nos dejan descansar.
El agua que no limpia.
Cuando nos sentimos sucios por dentro.
Las nuevas vidas.
Siempre insatisfactorias.
Las voces silenciosas.
Que no dejan de machacarme.
El dolor autoinfringido.
Me visita cada mañana.
La imaginación omnipresente.
Que dibuja mi realidad.
Las vidas alternas.
Cuántas llevo ya.
El miedo a los monstruos.
El miedo a tu mirada.
Las heridas ocultas.
En realidad no quiero que desaparezcan.
Los peluches.
Un lugar al que huir.
El escondite donde pueda abrazarte.
Otro trago de vodka.
Magdalenas amargas.
Eterno retorno.
Pensamientos vacuos.
Razonamientos sin sentido.
Aprehender el sufrimiento.
La casa que explotará.
Olvidé cerrar el gas.
También parar mi pensamiento.
Y ahora no puedo dejar de escribir.
Frases sueltas.
Aburrimiento mortal.
Los rostros extraños.
Nunca sabes lo que piensan.
Cuándo querrán ayudarte.
Cuándo querrán hacerte daño.
A quién odias.
Aquí sólo estás tú.
El cigarrillo que se consume.
Las píldoras de felicidad.
La fragilidad de un niño.
Que luchaba con gigantes de queroseno.
La máxima velocidad.
A la que vuelan mis pensamientos.
Esta noche.
En algún momento cerraré los ojos.
Tumbado en mi rencor.
Un animal herido.
Un accidente automovilístico.
Una espada bien afilada.
Mis perfectas pesadillas.
La verdadera oscuridad.
En mi cámara hiperbárica.
El tumor y el bisturí.
La comunicación imperfecta.
Una pequeña dosis de anestesia.
Y entonces me desconecto.
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