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Las vidas alternas

Los que no vivieron

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Las vidas alternas

Mes: febrero 2020

Cuchillas

2020-02-28

Cuchillas


Eras solamente un niño cuando nací,
cuando ocurrieron todas aquellas cosas terribles
¿Recuerdas?
Esperma y entrañas de animal.
Hombres santos murieron,
víctimas del fanatismo religioso.
Y tú tumbado llorando en el suelo,
frío de azulejos en tu rostro.
Eran el cadáver de tu inocencia.

Pasaron los años
y se repitieron aquellas tardes de alcohol y barbitúricos,
demasiado cobarde para continuar despierto,
enganchado al narcótico sabor de la eutanasia,
volviendo a ver esas imágenes una y otra vez,
construyen un cuadro tan atrayente,
que puedes revolcarte en el placer y el dolor simultáneamente.
Pero nada de esto tiene sentido si no hay público
y tú eres demasiado cobarde para pasar a la acción.

Duerme, niño, duerme,
yo vigilaré tu sueño,
tomaré el control,
te concederé todo lo que deseas:
sangre, entrañas, polución,
la destrucción de nuevos mundos
sustituyéndolos por otros en los que el placer no tenga límites.

Cogí a aquella muñeca,
pasado desesperado en soledad.
Ella tampoco era capaz de controlar sus recuerdos
y me dijo que le gustaba cortarse la piel.
Empezamos el ritual,
los santos lloraban excrementos
y yo acariciaba su cara con aquella cuchilla.
Sabía que Dios no me pondría límites
si conseguía destruir algo tan hermoso.
Entonces, lo tuve claro,
bebí su sangre y nos besamos,
hicimos el amor
hasta que nos explotaron las venas.
Entonces despertaste
y te convenciste a ti mismo
de que nada más había sido un sueño.

Volviendo a tu vida,
a tu dieta de alcohol y medicación,
once cápsulas,
el polvo subiendo por tu nariz,
invadiendo tu cerebro,
otorgándome el control.
Quieres volver a dormirte
pero te da miedo hacerlo.
Pones la música al máximo,
pero es sólo sonido de fondo
cuando yo te grito al oído.

Y llegas a la conclusión de que estás solo y asustando,
de que nadie va a venir a salvarte.
Sabes que volverán a ocurrir cosas horribles
y sólo tienes tres opciones:
verdugo, víctima o ambas cosas.
Te faltará valor para hacerlo solo.
Te harás cortes en los muslos,
buscando una mínima concentración,
algo que te haga olvidarme.
Pero es tarde ya,
seres mitológicos nos han santiguado con su bendito esperma.
Tomaron aquella decisión por ti.
Siempre estarás solo y asustando,
pero descuida, yo estaré siempre por aquí,
dispuesto a tomar el control
y, por mucho que pase,
puedes contar conmigo,
siempre dispuesto a redimirte
cometiendo por ti todos los pecados innombrables
y necesarios para sanar tu alma enferma de horror.


Cuchillas Cuchillas

Cuchillas

Destructor de entrañas


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Sombras Destructor de entrañas, Personalidad Disociada, Sangre, Trastorno Obsesivo Compulsivo

Tres mesas girando a la izquierda

2020-02-25

Tres mesas girando a la izquierda


Aquí en la oficina es imposible saber si es de día de noche.
No hay ventanas, solamente fluorescentes
que hacen que todo parezca más oscuro.

Mi mesa llena de papeles que ordenar
los leo,
estudio su contenido cuidadosamente
hasta llegar al final a la conclusión de que no entiendo nada
y guardarlos en un archivador
sin perder la esperanza
de que un día arda todo este edificio
y, con él, todos los recuerdos de mi desdicha.

Tú, vete a saber donde estás tú.
Pensé en escribirte una carta de amor
pero me temo que mis musas no están aquí;
deben estar haciendo cola en la fotocopiadora.
Imposible encontrarlas,
aquello parece una manifestación.

Grupos de grapadoras buscan escondites
en cajones, armarios, incluso el cuarto de baño,
jugando a piedra, papel o tijera
temen la venganza de miles de folios agujereados.

Mientras, nosotros, las hormigas,
trabajamos sin descanso
y también sin posibilidad
de guardar reservas para el invierno,
apenas nos llega para acabar el mes.
Pero te prometo, eso sí,
que algún día atracaré un banco
y, en nuestra huida,
visitaremos todos los lugares que vimos en las películas.

Sería maravilloso, ¿no crees?
Bajar cuestas sentados en estas sillas,
desgastar los rodamientos,
disparar pósits contra las lunas
de los coches de policía.
Convertir estos memorándums
hasta ahora plenos de sopor
en una infinita historia de amor.

La verdad es que ni te conozco,
sólo te imagino conmigo fuera de aquí,
solamente sé que te sientas a tres mesas girando a la izquierda,
que vienes cada mañana con tu carita de sueño
y te vas todos los días a las tres en punto.
Me pregunto qué harás cuando no estás aquí,
si sueñas con escapar como yo lo hago.
Sólo sé que un día me sonreíste,
que nadie había sonreído aquí antes
Y que mi vida
no sería un precio excesivo
a cambio de tu libertad.


Tres mesas girando a la izquierda

Amor


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Luces Amor

Al otro lado

2020-02-22

 

 


Al otro lado

 


Y aquí todo brilla,
y aquí todo encaja bien.
En la otra orilla
no hacía pie
La otra orilla, Los Enemigos
La cuenta atrás, 1991


Entre la vigilia y el verso,
imágenes de viejos vídeos domésticos
se proyectan en nuestras paredes blancas.
El humo las acaricia,
es un ser extraño que invade la habitación,
se mueve como una serpiente
y, entonces, todo brilla a mi alrededor.

Estuve a punto de perderme en un sueño,
en el que tocaba las nubes
y no eran más que tu pecho de algodón.
Sentía calor a tu lado,
en tu mirada llena de orgullo en los paisajes.
Ahora tengo frío cuando estás a mi lado.

Soy un témpano de hielo,
atrapado en este lado
pienso en cómo volver,
atravesar la pared,
para volver a estar contigo.

Y me pierdo en la idea
de que, cuando todo está mejor
siempre me las arreglo para que vuelva a peor.
Al otro lado, en la otra orilla, sólo yo era consciente,
ahora lo sabemos los dos
y ningunos de los dos tiene la certeza
de que me cojas de la mano
cuando vuelva a caer.
¿Merecería la pena?

Vacío de sonido que puebla nuestros recuerdos,
han perdido todo el sentido a base de promesas incumplidas,
decepciones constantes que oscurecen tu rostro iluminado.
Era lo único que me quedaba
y, ahora, solamente una buena razón para saltar al vacío.

Y no te pregunto dónde estás,
porque tengo claro que soy yo el que no estoy.
Te veo parada frente al quiosco del parque.
Sé que me esperas a mí no
Sino a la persona que era
antes de romper todos nuestros juramentos.


 

Todas esos fotogramas (recuerdos)
donde todo es resplandeciente,
como ese cielo iluminado,
rosa y naranja al anochecer.
Podíamos tocarlo con la punta de los dedos.
Podríamos rasparlo con nuestras uñas,
romper la pared,
viajar a las estrellas,
donde ya nada importe
y nuestros cuerpos no sean más
que una excusa para pasarlo bien.

Creí que el amor bastaba
para estar al otro lado
pero, perdido entre la culpabilidad y el espanto,
por mucho que mi mente trate de desligarme de mis errores
entiendo finalmente
que aquel que estaba al otro lado no soy yo.

Abro la ventana,
todo el humo sale de la habitación ordenadamente.
Con él los colores, ahora todo es gris.
Me vence el deseo de soñar.
Despedirme.
Perdona que no pueda prometerte
que volveremos a vernos en la otra orilla.


Al otro lado

Carácter Destructivo

Culpabilidad

Recuerdos

Reflejos


Entrada en poémame


Sombras Carácter Destructivo, Culpabilidad, Recuerdos, Reflejos

Arañas

2020-02-19

Arañas


Arañas en la oscuridad.
No enciendas la luz.
Ellas no podrán verte.
Perros salvajes,
mascotas de satanás.

Tu único amigo el silencio,
ese lugar donde pasas
la mayor parte del tiempo,
donde nadie puede escuchar
tus pensamientos masoquistas

Hay en tu habitación
un retrato de Dorian Gray,
una televisión difuminada
y una cuchilla
que viola tus entrañas.

No vuelvas a mirar atrás
ese tiempo que revives
nunca existió.
Sólo quedas tú
y las mentiras que inventaste.

Aquel espejo,
donde se reflejan tus entrañas.
Aquellos vicios,
se cobrarán su peaje.
Aquel cerebro
de un adolescente,
siempre se negó a crecer.

Vivir en la irrealidad,
mires donde mires,
tratas de encontrar aquel momento
en que tus células sonrosadas de la infancia
se convirtieron en arañas negras,
que te miran a través de ocho ojos
y clavan en todas tus virtudes
sus patas puntiagudas.

Se han dado un festín con tu piel,
Ahora tienen ganas de vomitar
todos los pecados que cometiste en su nombre.
Todas las veces que obtuviste la redención
y renunciaste a ella
a cambio de seguir a su lado.

El deseo que le hacías sentir,
ya no lo siente
y lo que era
un instante supremo de necesidad,
ahora sólo es un cuerpo desnudo
que se está marchitando.

Es tu carne oxidada,
degradada hasta la putrefacción.
Sólo quiere descanso
y no encontrará nada más que dolor.

Sueñas con un amanecer
que las espante a todas.
Sin darte cuenta
de que, por muchos amaneceres que veas,
la oscuridad seguirá residiendo en tu interior.
Arañas de sangre verde viscosa,
cáncer, VIH, qué más da,
escogiste demasiadas enfermedades,
mientras el polvo blanco y el marrón
entraban en tus venas.


Seré tu perro, te haré sexo oral, hasta devorarte las entrañas, hasta sacarte la sangre que tan barata me has vendido.

Arañas

Carácter Destructivo

Adicciones


Entrada en poémame


Sombras Adicciones, Carácter Destructivo

Pantallas

2020-02-18
Pantallas

Pantallas


Winners don’t use drugs. Eso es lo que rezaban las máquinas de los salones recreativos cuando éramos niños. Lo recuerdo, bajo el escudo del FBI, de quienes lo único que sabíamos es que eran los federales, aquellos que pretendían robar el caso a esos policías que fueron los héroes de nuestra infancia.

Resulta paradójico que decidieran poner aquel mensaje ahí, en la que fue la primera gran adicción de muchos de nosotros. Nadie hablaba todavía de ludopatía infantil, pero nosotros, ajenos a todo aquello, esperábamos al viernes para convertir nuestra paga de veinte duros en cuatro monedas de cinco y meterlas en la máquina, en un intento inconsciente y vacuo de escapar de una realidad persistente que apenas comprendíamos.

A esa adicción siguieron muchas más, obviamente.

En la presentación del cinematógrafo de los hermanos Lumière proyectaron las imágenes en movimiento de una locomotora llegando a la estación. Los espectadores, nunca antes hubo testigos de algo semejante, acabaron algunos huyendo, otros, mareados, vomitando. Aquellas imágenes en blanco y negro acabaron confundiéndose con la realidad.



Nosotros hemos llegado más lejos todavía. Estamos en el punto en que nuestra existencia se ha fusionado con nuestro reflejo. Las pantallas y las cámaras nos poseen, nos vigilan, nos excitan y nos esclavizan. Todos nuestros datos están almacenados en discos duros. Si desaparecieran, dejaríamos de existir. Si nadie nos pudiera grabar, nada de lo que haríamos tendría la menor importancia. No somos diferentes de las sombras, inexistentes cuando no hay iluminación. Somos coleccionistas de historias, desde pequeños, venciendo a los malos, uno tras otro, protegidos bajo el cobijo de un avatar, asumiendo personalidades ajenas, vidas alternas cuyo movimiento capturamos en pantallas, en un relato o en una película y, en el exterior, reducidos a datos, sólo queda de nosotros la decisión de un algoritmo que capta nuestra alma al ritmo de los clicks del ratón.

Somos los que vivimos con la única finalidad del proyectar una imagen ante los demás. Nuestro sustento depende de ello, nuestra realidad es pensamiento único, vigilancia constante, nuestra imagen en blanco y negro en la pantalla de una cámara de seguridad en una estación antes de desaparecer por decisión de un mártir empeñado en agradar a su dios a base de amonal y metralla. Somos lo que los demás imaginan, pedazos de imágenes sugerentes en redes sociales, textos que tratan de aprehender nuestra esencia sin definirnos, porque lo cierto es que no sabríamos como hacerlo, ya que somos los que no vivieron, el reflejo de una existencia perfecta que nunca vamos experimentar.


Pantallas

Adicciones


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Los que no vivieron, Manifiesto Adicciones, Recuerdos, Reflejos

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