Editorial
Nunca pensamos que acabaríamos publicando una editorial pero, dada la desafortunada cadena de acontecimientos que han ido sucediéndose en los últimos días, nos vemos obligados a escribir ésta, la primera de nuestra historia, con la esperanza de que también sea la última.
Consideramos que antes de exponer nuestra postura es conveniente que hagamos un repaso de dichos acontecimientos. Por lo que si usted pertenece al grupo de los quince seguidores habituales de esta página puede saltarse los siguientes párrafos, que dedicaremos a poner al día a algún despistado que desconozca la historia a pesar de haber sido publicada en todos los principales medios generalistas de este país.
Todo empezó con un inocente comentario del usuario Andrómeda, referidos al volumen 2 de la serie Siete Canciones que estamos publicando actualmente. En él decía que nuestro estilo le recordaba al de Nilo Fuster, legendario colaborador del blog colectivo Las Voces Silenciosas.
A este comentario siguió otro de Vomitón, en el que señalaba que Ernesto Bánegas fue un pseudónimo utilizado por Nilo en su primera época, cuando escribía colaboraciones para la famosa revista La llamada extraterrestre, como recordarán, dedicada al análisis de las principales corrientes de la música contemporánea. Y a partir de ahí estableció la teoría de que nuestro Ernesto no significaba sino la vuelta camuflada de Nilo, quien fue encontrado muerto en extrañas circunstancias por la policía el 17 de agosto de 2014, curiosamente el día del cumpleaños del director de esta publicación quien, por razones obvias, prefiere mantener el anonimato.
Quiso la casualidad que la periodista Natalia Ayuso, diera con nuestra publicación. Gran admiradora de la prosa de Fuster, Natalia quiso ser la primera en dar la noticia. Publicó un tweet en el que enlazaba al comentario de Vomitón celebrando la vuelta a la vida del escritor. En poco más de una hora tenía cuatrocientos retweets y tres mil me gusta. Pronto, un ejército de becarios que no tenían nada mejor que hacer se dedicaron a engrandecer el eco de la noticia y los periódicos se llenaron de titulares y hagiografías, celebrando su vuelta y colapsando nuestro servidor que nunca estuvo preparado para recibir más de ciento cincuenta visitas simultáneas.
Pero, como saben, desgraciadamente, Twitter no es ajeno a la polémica. Y pronto hubo usuarios y organizaciones que no vieron con buenos ojos que la primera persona en resucitar después de Jesucristo fuera casualmente un hombre blanco y heterosexual. Este hecho, en su opinión, suponía una prueba palpable de lo que siempre habían sospechado, esto es: que las presencias místicas en nuestro mundo demuestran una clara preferencia por las clases dominantes y por el género masculino, repartiendo en éstas la mayor parte de los milagros.
Y llamaron al boicot de nuestra página, Las vidas alternas que, aunque haya supuesto una multiplicación exponencial de nuestros usuarios, no nos agrada en absoluto. En primer lugar, porque siempre hemos querido triunfar por méritos propios. La calidad de nuestro trabajo ha de ser la que nos defina y no polémicas sobrevenidas con cuyo origen en ningún caso estamos relacionados.
En segundo lugar, nos gustaría señalar que Ernesto Bánegas NO es Nilo Fuster. Nilo Fuster sigue muerto, según sabemos, desde aquel día en que lo encontraron colgado del techo de su habitación y vestido con ropa interior femenina. Añadimos que la Iglesia Católica no debería preocuparse de que el Creador hubiera decidido santificar a un desviado.
En tercer lugar, señalar, que el hecho de que los milagros siempre se produzcan entre personas de clase alta es muy discutible. Ocurren todos los días en todas partes, la diferencia es que una tribu de un pueblo de África no dispone de un dispositivo móvil para grabar un milagro que esté sucediendo mientras que un habitante de clase media alta occidental sí, pudiendo colgar ese contenido en las redes sociales y haciéndolo viral en minutos, cosa que los miembros de la tribu no podrían hacer por no disponer de cuentas en ninguna red social.
En cuarto lugar, Nilo Fuster era un periodista siempre pegado a la actualidad. Todo lo contrario que nosotros. Nos define estar mal informados, completamente desplegados de la realidad y ausentes. Características que nos convierten en la élite de internet, haciéndonos ajenos al gran debate basado y fundamentado en el conocimiento y los hechos probados que impera actualmente en la red.
Así que solicitamos a todos los que nos han puesto en el punto de mira en los últimos días que nos dejen en paz, que sigan con sus vidas y nos ignoren, como tan bien han estado haciéndolo hasta este momento.
Respecto a nuestros seguidores habituales, aprovechamos la ocasión para enviarles un cordial saludo.
Atentamente,
Las vidas alternas