For what it’s worth, de The Cardigans.
Debían ser las cuatro de la mañana y sólo nos alumbraba la luz de las velas. Nos metimos juntos en la bañera, no dejábamos de contarnos secretos.
Nuestros secretos eran insignificantes y nuestros cuerpos jóvenes. Yo decidí poner esta canción, el disco entero y me dijiste que era una música perfecta para aquel momento.
No lo entendiste. Si lo hubieras hecho habrías salido corriendo. Porque lo que yo te quería decir, por si servía de algo, es que te amaba.
Y lo peor es que era verdad. Por más que te hubiera repetido que no creía en el amor, sólo lo decía por seguirte la corriente, para que no te asustases y salieras corriendo.
Cuando nuestra piel quedó ya completamente arrugada salimos de la bañera y nos pusimos los albornoces. Estabas preciosa cayendo sobre él tu largo pelo negro japonés.
Me dijiste que te encantaba fumar, que te hubiera encantado engancharte al tabaco, pero que no conseguiste hacerlo.
Nos fuimos a la cama y creo que hicimos el amor. Yo me corrí, tú te corriste y estallaste en una carcajada. Te dije que quería que aquello no acabara nunca y te levantaste. Te pusiste a llorar, dijiste que te sentías presionada, como si tú estuvieras a un lado de un puente que no querías atravesar y yo estuviera al otro lado, pidiéndote que lo hicieras, sin importarme la culpabilidad que provocaban mis palabras.
Mi mundo se derrumbó y te pedí que volvieras a la cama. No volveré a decirte que te amo, pero vuelve, porque antes me hiciste sentir bien. Vuelve, que fue divertido, y a partir de ahora sólo te pediré esa palabra sucia de cuatro letras.
No volveré a decírtelo ni, lo que es peor, que lo digo en serio.
Siete canciones:
Vol. 1 – Su mapamundi, gracias
Vol. 2 – For What It’s Worth
Vol. 3 – ¡Qué desilusión!
Vol. 4 – Disorder
Vol. 5 – Hurt
Vol. 6 – Soy ruso señor
Vol. 7 – Hansel y Gretel