Mis viajes al fin de la noche(XI): Amanecer
Hoy soy el Ave Fénix
viendo salir el sol
en la hora más fría.
Hoy soy cien mil ejércitos
que colgarán en farolas
a los enemigos del pueblo.
Hoy el universo es mi cortijo,
vuestra indiferencia mi alimento.
Soy el big bang
que anuncia una nueva era.
Hoy te encontraré
y seré tu caballero andante.
Desfaré todos tus entuertos.
Hoy venceré la desidia y el desánimo,
me alternaré en un millón de locos proyectos.
Voy a pensar mucho más allá de estas cuatro paredes.
Hoy cada una de mis ideas será maná.
Hoy moldearé la realidad a mi antojo.
Escucharé la música que me hará soñar
y cuando tú me escuches soñarás conmigo.
Contagiarás mi alegría por todos los rincones.
Seremos un batallón,
desfilaremos al ritmo del Major Tom.
Hoy madrugaré más que nadie,
me prepararé un desayuno sin bollería industrial,
viajaré al otro lado del país para ver a mi familia,
me los comeré a besos,
escribiré los versos más bonitos de la historia,
arrancaré sonrisas,
perderé la vergüenza,
me empaparé bajo la lluvia
y leeré las páginas mojadas de esos libros que llevan esperándome meses.
Hoy convenceré al presidente del Gobierno de que dimita,
si no le gusta la idea que me coma el coño.
Repartiré la totalidad del gasto militar y los bienes de la iglesia
entre los que más lo necesiten.
Calgary 88 sonará en todos los altavoces
y nadie se sentirá ridículo bailándola.
Hoy dejaremos de juzgar a las personas por su orientación sexual,
sólo tendremos en cuenta el olor de sus sexos
y lo bien que besan.
Las drogas sólo servirán para divertirnos
y no para provocar el cáncer o amargarnos la vida.
Hoy todos mis seres queridos perderán sus enfermedades
y nunca más volverán a recuperarlas.
La policía repartirá flores a los manifestantes en vez de porrazos,
la buena gente derogará la ley mordaza
y declarará el derecho inalienable de todos los niños a la felicidad.
Y hoy te vi por primera vez,
y se detuvo el tiempo
y como Billy Bragg
no sé si debería cambiar el mundo
o simplemente buscarte.
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